lunes, 19 de agosto de 2013

El otro Camino


Estoy seguro que en los mil años de peregrinaje en el Camino de Santiago hay experiencias de todo tipo motivadas por diversos propósitos, desde aquellos que llevaron cientos de caballeros de diversos reinos cristianos europeos a reforzar los territorios reconquistados de la península ibérica, a las actuales promesas religiosas, desafíos deportivos o 'autorredescubrimientos' personales.

Uno de esos propósitos, seguramente no mayoritario pero suficientemente relevante como para dedicarle este post, es el que tenemos algunos "peregrinos del ocio" también en el Camino.

Me refiero a encontrar en cada una de las etapas, un complemento al magnífico escenario cultural, natural, personal y místico que tiene cada rincón del Camino de Santiago. Nosotros lo estamos descubriendo y disfrutando cada día e intentamos ser referente para algunos otros peregrinos que como nosotros, quieren llegar, un poco más allá, hasta en el otro camino.

Desde nuestro primer día en Roncesvalles donde nos encuestaron sobre nuestra motivación personal para hacer el camino con opciones como religiosas, culturales, deportivas, turísticas (nosotros marcamos la opción de "otros"), hasta nuestras bromas durante las rutas que, modestia aparte, están rompiendo por la mitad a mas de un caminante (y esto es casi literal). En todo momento queremos y acabamos encontrando el modo de pasarlo bien no, muy bien.

No podría pasar sin dejar de mencionar algunos lujos de hacer el camino. Si, he dicho bien, algunos lujos que uno puede obtener si se atiene a alguna serie de normas:

1- Madruga, sí, pero lo justo para poder llegar a tomar tu primera cerveza a las 12 y comer sobre las 14,30.

2- El uso horario y hábitos de los "giris" y/o en el gabachos" nunca van a satisfacer plenamente a un español / portugués o italiano. Madrugan demasiado pronto y se entretiene demasiado por el Camino, hasta tal punto de ser adelantados por cualquier italoibérico aun habiendo comenzado estos una hora después.

3- No hace falta llenar las cantimploras de agua constantemente. Hay suficientes rincones cerveceros en cada tramos para repostar.

4- Con cachondeo y buen humor, llegas al corazón de la mayoría de lugareños. Los vecinos del camino están encantados de ver un compadre que bromee de fútbol, gastronomía, fiestas etc. Es muy fácil que te recomienden buenos sitios donde pasar un buen rato, donde tomar un chisme, unas cañas, café y copa, ver el fútbol o lo que se tercie.

5- Se puede y se debe comer bien. En este sentido las recomendaciones y el compadreo con los lugareños es mucho más importante. Si lo consigues, no faltará en tu mesa un buen chuletón o una buena botella de vino.

Pensaréis que con este plan de ocio alternativo es inevitable retrasarse en las etapas que todo peregrino se plantea cumplir. Os garantizo que no. Sí se puede y en mi opinión, se debe. Como ejemplo deciros que en nuestro cuarto dia llevamos más de 7 km. de los que nos habíamos propuesto cubrir desde el viernes.

No os quepa duda. Existe otro camino ahí fuera, accesible, atractivo y muy divertido. Solo depende de uno mismo el refugiarse o abrirse a la ventura.




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