martes, 2 de agosto de 2016

Vigésimoprimera etapa: nos adentramos en los Montes de León

Hay momentos a lo largo del Camino que te marcan. Sobre todo cuando se trata de despedir a personas que en muy poco tiempo han significado mucho.  Me refiero a la familia de Vanesa de la que nos despedimos ayer de Astorga. No se puede ser tan buen afitriones, hospitalarios y genererosos.

Dejando Astorga atrás, también lo hacíamos con uno de los nuestros, Raúl. Va algo perjudicado de los pies y hoy ha no ha podido mantener un buen ritmo lo que nos ha impedido llegar a Foncebadón, quedándonos en una agradable villa previa, Rabanal del Camino. La elección del albergue ha sido un acierto. Limpio, trato agradable y habitación para los cuatro. Perfecto.

Antes, en El Ganso hemos repuesto fuerzas almorzando un bizcocho casero que la madre de Vanesa insistió en que nos lleváramos. Después hemos continuando con nuestro repaso cinéfilo hoy especialmente dedicado a la saga de James Bond y el cine de acción de los 80 donde Manu le ha pegado un buen repaso a Raúl hasta que ha entrado el tío Dani claro. David mientras tanto ha aprovechado para desconectar y adelantarse un poco.

El no forzar demasiado por lo justo de fuerzas que iba Raúl nos ha permitido continuar con nuestro peculiar camino en el tiempo de descanso. Una buena comida en El Refugio, siesta, terraceo y una cena como Dios manda. 

Daimiel, Guillermo Jiménez y Fisher han protagonizado una tertulia de basket NBA en la que hemos definido al extremo el término "picaflor" para acabar valorando el escenario político ante la incertidumbre de lo que pasará después del verano. El albergue ha sido un acierto. Limpio, trato agradable y habitación para los cuatro. Perfecto.

Mañana nos espera la etapa más dura de las que hemos hecho hasta ahora este verano atravesando los Montes de León para irnos acercando a Ponferrada. 

Nada más por hoy amigas y amigos. Buenas noches.









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